El portavoz, Josep Piqué, aseguró al término del Consejo de Ministros que el Gobierno "nunca se niega a mantener ningún tipo de debate; al contrario, cree que un debate permanente sobre cuestiones políticas es algo consustancial a un régimen democrático". "Otra cuestión es", agregó, "que valoremos la oportunidad y, por lo tanto, el grado de oportunismo que puedan tener determinadas iniciativas y, en estos momentos, plantear una iniciativa como la que están planteando los presidentes de las comunidades autónomas socialistas y el propio PSOE nos parece que contiene una dosis de oportunismo y además una dosis de elementos contraproducentes sufientemente elevada como para que pidamos responsabilidad".

El candidato socialista a la Presidencia del Gobiero, José Borrell, acusó ayer al presidente del Gobierno, José María Aznar de rehuir el debate autonómico en el Senado porque "está preso de sus acuerdos con los nacionalistas que, de producirse un debate, quedarían seguramente puestos en evidencia".