Según explica Segittur en un comunicado, los destinos turísticos presentan una serie de problemas a la hora de cuantificar los impactos económicos que generan los cruceros en el destino. Entre otros, la multitud de fuentes de datos procedentes de distintos agentes implicados y sin formato estándar, o la creciente contratación de servicios, productos y bienes en los destinos turísticos a través de los nuevos canales digitales que distorsionan la medición del impacto económico.

Por ello, la sociedad adscrita a la Secretaría de Estado de Turismo ha definido un modelo para la medición de este impacto (directo, indirecto e inducido) en términos de Valor Añadido Bruto (VAB) y, al mismo tiempo, ha evaluado y comparado el modelo de medición en el destino portuario de Málaga.

12 INDICADORES

Para desarrollar el modelo se han analizado diferentes metodologías de medición de impacto económico de cruceros y se han realizado entrevistas con responsables del sector.

El resultado es una metodología, basada en cinco fases, con 12 indicadores relativos a gasto total de cruceristas, tipo de gasto, ingresos procedentes de impuestos y tasas, ingresos de servicios portuarios, previsión de impacto en el destino, ingresos de gastos de la tripulación, actividades portuarias e ingresos de compras de bienes y servicios por navieras.

Para medir el impacto indirecto se incluyen impuestos netos servicios/productos, porcentaje de trabajadores ocupados en el sector del crucero y porcentaje de trabajadores ocupados indirectamente en el sector del crucero.