Así lo dijo la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, durante su comparecencia en rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa tras la primera reunión del Consejo de Ministros una vez finalizadas las vacaciones veraniegas del Ejecutivo y tras el propio incidente ferroviario en el incendio de Bejís.

La ministra dedicó sus primeras palabras a solidarizarme “con todos los vecinos” afectados por el incendio y a alabar el “excelente trabajo de todo el personal” que participó en la extinción, con mención especial a los servicios de emergencia.

Sánchez evitó hablar del error que propició que ni el puesto de mando ni los distintos responsables de servicios de emergencia alertaran a Renfe de la cercanía de las llamadas a la vía del tren, lo que desembocó en que el convoy se encontrara con las llamas de frente y tuviera que detenerse de forma brusca con decenas de viajeros.

Aunque la Generalitat Valenciana admitió la semana pasada errores de comunicación como la posible causa de lo ocurrido, Sánchez rechazó adentrarse en “hipótesis” y quedó a expensas de “lo que resuelva la investigación judicial”.

Además, la ministra de Transportes aseguró que en este caso se ha actuado “con total transparencia” y resaltó que “desde el mismo día que se produjo ese incidente” se está trabajando desde el Gobierno con las instituciones implicadas “para ver cómo podemos mejorar en incidentes del tráfico ferroviario” como el de Bejís.