Así lo apuntó durante una entrevista en Servimedia, donde recordó que Madrid estuvo entre las regiones pioneras en cuanto a la prohibición del uso de los teléfonos móviles dentro de las aulas, porque “al final es un modelo de distracción”.

En cuanto al uso de la tecnología dentro de las aulas, remarcó que es la propia Consejería de Educación y los profesores los que tienen que ver cómo la utilizan, porque “la tecnología es una herramienta”, por lo que “el buen uso o el mal uso de las herramientas en cada ámbito tiene que definirlo quien tiene que definirlo”.

López-Valverde abogó por el modelo mixto porque “hay países nórdicos que pasaron a casi un modelo 'online' puro y ahora están volviendo al modelo medio”, que “es donde creo que está la excelencia”.

Aun así, consideró que es la propia Consejería de Educación la que tiene que definir dentro de su plan formativo cómo utilizar esa herramienta. “Al final es cierto que la tecnología te permite agilizar o ampliar ciertas competencias”, pero “no hay que olvidar el resto de competencias”, por lo que “son ellos los que tienen que decirnos y nosotros detrás facilitando ese tipo de tecnología para ese fin”.

Respecto a los padres y a cuándo ve más conveniente dar un móvil a un niño, el consejero respondió que hay muchos estudios y hoy se está trabajando para ver el impacto de las pantallas de los móviles y qué problemas derivados puede traer el uso desmedido de las nuevas tecnologías.

López-Valverde consideró que “cada familia es libre y soberana de hacer lo que considera”, pero remarcó que “sí que hay que informar sobre los peligros que puede tener ciertos sobreusos de la tecnología a edades tempranas”.

En este sentido, añadió que “también es cierto que las redes sociales han proliferado muchísimo y las redes sociales al final hacen un perfilado de los ciudadanos”. “Te van introduciendo información y contenidos que muchas veces no se controlan y esa relación que hay en redes sociales, en niños o jóvenes, pues creo que tiene que tener algo de control”, concluyó.