En declaraciones a los periodistas tras reunirse con la comisaria europea de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de Mercados Capitales, Mairead McGuinness, Calviño avanzó que la emisión neta se reducirá de 75.000 a 70.000 millones de euros. Mientras, la emisión bruta bajará de los 237.498 millones iniciales a los 232.507 millones de euros, según precisó el Ministerio en una nota de prensa.

El programa de deuda inicial para este año ya contemplaba un 10% menos de emisión bruta, mientras que la neta estaba en línea con la cifra de 2021.

A raíz de esta reducción, Calviño informó de que se ajustará el calendario de emisiones de este año y la última subasta se suprimirá.

Según el calendario del Tesoro, quedan cuatro subastas para cerrar el año y la última, de bonos y obligaciones, sería el 15 de diciembre y se eliminaría.

El Ministerio destacó que los costes de financiación se mantienen en niveles “contenidos en términos históricos”. Así, el coste del conjunto total de la deuda se mantiene en cotas similares al pasado año, 1,68%, mientras que el coste medio de la deuda emitida este año se sitúa, a falta de las subastas que se celebrarán en diciembre, en el 1,19%.

Asimismo, la vida media de la deuda se sitúa en 7,9 años y la carga de intereses sobre el PIB se mantendrá “estabilizada en los próximos años” en el entorno del 2,2%.

Por otra parte, se han emitido bonos verdes por 3.207 millones de euros en 2022 y un total de 8.207 millones de euros en el marco del programa.

Para 2023, se partirá nuevamente de una estimación de financiación neta de 70.000 millones de euros. El Tesoro Público publicará, como todos los años, a principios de enero la Estrategia de Financiación para el nuevo ejercicio.

La vicepresidenta cifró en un 96% el volumen de emisiones para este año ya ejecutado y calificó de “muy buena noticia” que se pueda anunciar esta reducción porque “demuestra la confianza de los inversores internacionales” en la política del Gobierno.