En declaraciones a los medios desde Bruselas, a donde ha viajado para comparecer ante la Comisión de Desarrollo Regional del Parlamento Europeo, Montero afirmó que mantiene la “esperanza” en poder aprobar unas nuevas cuentas para el próximo año y desveló que el Ministerio de Hacienda ha estado trabajando en “los diferentes escenarios” durante los últimos meses.

En este sentido, indicó que, “si se produce pronta la investidura de Pedro Sánchez”, el Gobierno llevará el proyecto de ley al Parlamento, aunque admitió que “los tiempos son muy ajustados”.

“En cualquier caso”, prosiguió, “tendremos Presupuestos para el año 2024. Si podemos tenerlos aprobados para el 1 de enero, los tendremos. S tienen que ser unos días más tarde, pues serán unos días más tarde. Pero lo que sí puedo decir es que nuestra aspiración por supuesto es tener unos Presupuesto para el año 2024”, declaró Montero, quien mostró así su predisposición a evitar una prórroga de las cuentas actuales.

Fuentes socialistas del Ejecutivo trasladaron que Sánchez, tras las elecciones, les encomendó que siguieran trabajando en el proyecto de ley de PGE y que en Hacienda han estado trabajando en verano a la espera de que salga adelante la investidura de Sánchez.

Así las cosas, en el Ejecutivo calculan que están en tiempo de presentar antes de final de año el proyecto, aunque restan importancia a tener que hacerlo en los primeros días de enero. Recuerdan el precedente del último gobierno de Mariano Rajoy en el que hubo PGE con el año ya en curso. Oficiosamente, reconocen que en la negociación para la investidura también se está abordando ya el apoyo para las cuentas públicas.

No obstante, cabe recordar que el nuevo Ejecutivo tendrá un tiempo muy limitado para aprobar los PGE antes del 1 de enero, ya que el primer paso para dar luz verde a unas nuevas cuentas públicas, la aprobación del techo de gasto –el desembolso máximo fijado para el conjunto de las administraciones públicas–, se debería realizar por ley el 1 de agosto, es decir, hace ya casi dos meses.

En el Gobierno contemplan la opción de que las Cortes no aprueben los objetivos de déficit y recuerdan que, para tal caso, hay "vías jurídicas" porque "no puedes quedarte sin objetivo de estabilidad" y en ese horizonte están las reglas fiscales que impone la Unión Europea.

En el caso de no poder sacar adelante unos nuevos PGE, se prorrogarán las cuentas públicas de 2023. En ese escenario, el Gobierno tendrá que tomar medidas adicionales para cuadrar el presupuesto, ya que está previsto que la Comisión Europea apruebe las nuevas reglas fiscales para el próximo ejercicio, obligando a los Estados miembro a rebajar su déficit hasta, por lo menos, el 3% del PIB.