Así lo confirmó en su intervención en este encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Bilbao, donde deploró que la comunidad vasca haya recibido menos de 1.800 millones de euros hasta la fecha.

Azpiazu reconoció que este asunto es de “gran preocupación” porque “es una única oportunidad para disponer de unos recursos necesarios para abordar las transformaciones pendientes” de Euskadi.

Sin embargo, volvió a lamentar que haya llegado “muy poco dinero” al País Vasco, que ha recibido unos 1.150 millones de euros a través de las conferencias sectoriales y otros 600 millones “y pico” a través de los proyectos de transformación, conocidos como Pertes.

“Lo estamos haciendo muy mal”, apostilló el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco antes de subrayar que esta primera fase del Plan de Recuperación era la más sencilla, ya se tratan de transferencias a fondo perdido. “Sería un fracaso colectivo, no poder disponer de estos recursos en las empresas lo antes posible. Fracaso europeo, fracaso español, fracaso nuestro o fracaso de todo el mundo”, añadió.

En esta coyuntura, propuso al Gobierno que las comunidades autónomas puedan plantear sus propios Pertes regionales. Estos proyectos, que serían “más pequeños” que los nacionales y estarían controlados por las instituciones regionales –con la posible colaboración entre comunidades–, ayudarían a dotar de “agilidad” a la ejecución, según Azpiazu.