Las previsiones realizadas por ambas administraciones indican que la construcción de Itoiz permitirá crear 3.700 puestos de trabajo, fomentaría las explotaciones agrarias viables y mejoraría las retas agrarias, ya que insisten en que provocaría la implantación de 57.713 nuevas hectáreas de regadío.

El director general de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas, Adrián Baltanás, manifestó hoy durante la celebración de un seminario que se celebra en Madrid, en el que representantes de la Unión Europea han escuchado la opinión y análisis de todas la partes implicadas, que Itoiz podrá satisfacer "con eficacia" las necesidades de riego de Navarra.

Adrián Baltanás dijo que los municipos que se han declarado partidarios de construir Itoiz aglutinan una población trece veces mayor que los que se oponen al embalse.

También Miguel Horta, director gerente de Riegos de Navarra, apeló a las ventajas sociales del pantano, que permitirá crear, aseveró, 1.600 puestos de trabajo en el sector agroalimentario y un total de cuatro millones de horas de empleo al año.

Por el contrario, María José Beaumont, portavoz de la Coordinadora de Itoiz, que se opone a la construcción del pantano, declró que el proyecto está basado en la concepción de política hidráulica que se aplicaba en España el siglo pasado e insistió en que no está avalado por una planificación previa de la demanda.

Beaumont indicó que los promotores del proyecto han elevado aleatoriamente las previsiones de incremento de la demanda de agua. Recordó que mientras que en 1989 la previsión de aumento para el abastecimiento urbano industrial era de un 15 por ciento, en la actualidad se sitúa en un 60 por ciento.

Asimismo, sealó que no existen estudios que demuestren la necesidad de ampliar las hectáreas de regadío en Navarra y afirmó que el futuro embalse anegará tres minicentrales hidráulicas.

Según la portavoz de la coordinadora, "el interés público del pantano de Itoiz brilla por su ausencia", al tiempo que acusó a sus promotores de liderar "un engaño colectivo de primer orden" para construir "un nuevo Riaño".

ALTERNATIVAS MAS REALES

Tampoco Mikel Petrirena, miembro del sindicato EHNE que representó en el seminrio a una parte de los agricultores y ganaderos navarros, encontró justificación para construir el embalse y el Canal de Navarra. A su juicio, existen alternativas "más reales, baratas y cercanas en el tiempo".

Petrirena abogó por mejorar las dotaciones de las 70.000 hectáreas de regadío que ya existen en Navarra, ya que reiteró que si se modernizan los regadíos existentes y se aumenta su eficiencia se podrían ahorrar 253 hectómetros cúbicos al año, más de la mitad de la capacidad total del pantano pryectado.

Estas opiniones no concordaron con las defendidas por los representantes de otros sindicatos agrarios. Juan Alfonso Sáez, de la Unión de Agricultores y Ganaderos Navarros (UAGN), explicó que la escasez de agua está provocando la pérdida de rentabilidad y competitividad de los productos navarros y el éxodo masivo de la población rural a las ciudades.

Para Sáez, el incremento de la eficiencia de los regadíos actuales resulta insuficiente, ya que, en su opinión, 146.000 hectáreas de la Comuidad Navarra son susceptibles de transformarse en regadíos.

Adrián Baltanás mostró su afinidad con los colectivos que reivindican la construcción del embalse, que según ambos gobiernos permitirá aumentar la producción agrícola en 12.000 millones de pesetas, la ganadera en 7.000 y la industrial en 21.500 millones.

Aunque el seminario no tiene carácter vinculante, permitirá a los miembros de de la Dirección General XI de la Comisión de las Comunidades Europeas formarse un juicio más exacto sobre la ventajas e inconvenientes que rodean el proyecto y la queja que recibió la Unión Europea (UE) contra la construcción de Itoiz y los posibles daños que puede provocar en dos zonas de alto valor ornitológico protegidas por la UE.

La construcción del embalse y el Canal de Navarra anegaría 220,7 hectáreas de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) que afecta a las Sierras de Artxuba y Zariquieta, y 10,1 hectáreas de la ZEPA situada en Montes de Areta.