Según el consejero portavoz de la Junta, Emiliano García Paje, Castilla-La Mancha ve reducidas en 50.000 las hectáreas a poner en regadío en los próximos aos, en relación a las 70.000 solicitadas por el Gobierno regional.

García Paje criticó que en el resto de comunidades autónomas se pondrán en funcionamiento en torno al 50% de las tierras de regadío previstas, mientras que en Castilla-La Mancha tan sólo se han incluido 20.000 hectáreas.

A juicio del portavoz de la Junta, "Castilla-La Mancha no ha sido favorecida históricamente con los regadíos, y en un momento de vacas flacas, como es el actual, tampoco se la puede perjudicar más que al resto de as comunidades".

"Podemos compartir las estrecheces que sean necesarias por la sequía", añadió García Paje, "pero no podemos permitir que Castilla-La Mancha se apriete el cinturón más que otras veces y más que otras regiones españolas".