En relación a este tema, explica el ex juez que, "puesto areconocer, reconozco que, aunque quisiera, carezco de ánimo para arrepentirme de que en el caso por el que me condenaron (Sogecable) actuase conforme a las peticiones del fiscal".

"Se me ocurre que tal vez", agrega, "habría que examinar al microscopio determinadas acusaciones particulares y populares agitadas por intereses ajenos al derecho y dispensar más respeto al Ministerio Fiscal, única parte imparcial del proceso".

En este punto, se refiere a la situación jurídica del presidente del Grupo Pisa para afirmar que "no puedo arrepentirme de haber decretado la libertad provisional con fianza del encausado más relevante del caso (en alusión a Polanco), pese a que en algunas ocasiones (las acusaciones particulares y personales) pidieron su prisión incondicional".

"Conozco a abogados, fiscales y jueces que, en su día, me reprocharon que no le enviase a la cárcel pero (...) si hubiera adoptado esa medida habría cometido una patente injusticia", asegura.

En el artículo Gómez de Liaño agradecelas adhesiones recibidas en las últimas semanas en favor de que le sea concedido el indulto. En el terreno personal, señala: "No me lamento de haber sido un juez bastante solitario. Me parece que un juez sólo se siente solo cuando abandona el camino de la ley y le dejan los aliados de su conciencia".

"Lo malo es ceder a las tentaciones de los enemigos naturales de la justicia, osea, el poder, el dinero y la gloria", añade.