Según informó en un comunicado, a partir de hoy activistas de la organización y pastores de renos del pueblo Sami marcarán sus territorios para evitar que sus bosques sean convertidos en productos papeleros por la industria finlandesa.

Esta postura, explican, se produce tras la decisión del Gobierno de Finlandia de comenzar nuevas talas en pinares que son zonas de pastoreo de renos en invierno, lo que supone un abierto desafío a la recomendación urgente del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

El campamento de resistencia será la base de operaciones para realizar un seguimiento de las talas y para ayudar a las cooperativas de pastores de renos del pueblo Sami a cartografiar y demarcar áreas forestales importantes para ellos.

"En vez de evitar el incumplimiento de los derechos humanos internacionales, el Gobierno de Finlandia ha elegido el tradicional enfoque de los negocios son los negocios", lamentó el responsable de la campaña de bosques de la organización, Matti Liimatainen.

"Si el Gobierno continúa sus planes de talar los bosques de renos del pueblo Sami, Greenpeace estará presente en la zona hasta que reconozcan la importancia de estos bosques y detengan su destrucción", advirtió.