Con ello, Greenpeace pretende que esos dirigentes políticos tomen las medidas necesarias para detener el “atentado ecológico” que suponen las macrogranjas.

En concreto, la ONG informó este jueves de que ha enviado huchas a los ministros Teresa Ribera (Transición Ecológica y el Reto Demográfico), Luis Planas (Agricultura, Pesca y Alimentación), Alberto Garzón (Consumo) y Carolina Darias (Sanidad).

También ha realizado ese ‘regalo’ a los presidentes de las 11 comunidades autónomas donde “la ganadería industrial se ha convertido ya en un problema o está a punto de convertirse”, según Greenpeace, concretamente Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Murcia y Navarra.

En el cerdito-hucha se pueden leer los mensajes como ’La ganadería industrial destruye el planeta’ y ‘Ahorra para emigrar a Marte’ para evidenciar, desde el sarcasmo, la insostenibilidad de las actuales políticas para el planeta.

“La ganadería industrial y sus macrogranjas están destruyendo el planeta y no podemos seguir echando balones fuera. Este año vimos cómo el debate y el rechazo social a este modelo de ganadería ganó aún más fuerza y por ello instamos a los responsables políticos a que actúen de forma contundente y frenen de una vez por todas la expansión desmesurada de las macrogranjas en nuestro territorio”, declaró Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España.

Por ello, Greenpeace pidió a los responsables políticos que decreten de inmediato una moratoria a la ganadería industrial de al menos cinco años y sin excepciones (ni explotaciones nuevas ni ampliaciones de las existentes), desarrollen un plan para reducir gradualmente la cabaña ganadera en intensivo hasta alcanzar un 50% menos en 2030 y fomenten la “dieta de salud planetaria” a través de la compra pública y otros mecanismos.