Fue a finales de la semana pasada cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas de un cargamento de 170 kilos de óxido ferroso procedente de Colombia.

Ante la posibilidad de que la mercancía ocultase algún tipo de estupefaciente, el Servicio Nacional de Toxicología sometió a examen la misma y descubrió la presencia de cocaína mezclada con el óxido.

La Guardia Civil decidió esperar hasta averiguar el destino final del cargamento, por lo que se estableció un dispositivo para seguirlo que culminó en el momento en que, ya en Barcelona, dos de los detenidos recogían la mercancía en el aeropuerto y se la entregaban a los otros tres.

De los cinco detenidos, dos son de nacionalidad peruana, uno es colombiano y los otros dos son nacidos en Barcelona, según informó en un comunicado el Ministerio del Interior.