Tanto Tusell como Malo de Molina resaltaron que es imposible un conflicto que los enfrentamientos políticos que actualmente se dan en España derivenen choques violentos porque "las diferencias ideológicas de ahora no tienen nada que ver con las que había entonces".

Destacaron que, entre la España de entonces y la de ahora, hay numerosas diferencias, entre las que destacan la reducción de la pobreza, que en los años treinta afectaba a grandes sectores de la población.

En cuanto a la cuestión de si quedan o no en esta época residuos del franquismo, Malo de Molina señaló que no existe prácticamente ninguno.

Tusell indicó que podrían considrarse como tales una cierta desmovilización política y la ausencia de asociacionismo, así como el hecho de que "algunas instituciones presumen de ser democráticas y luego en la práctica no lo son".