Según indicaron este martes, la construcción de cerramientos en terrazas o áticos en las casas, realizada sin licencia y sin conocimiento de la normativa urbanística por parte de los propietarios, “es una práctica muy extendida en España y constituye uno de los problemas más comunes en entornos urbanos”.

De esta forma, afirmaron que muchas personas desconocen que, antes de llevar a cabo el cerramiento de una terraza de uso privativo, es “fundamental” revisar los estatutos de la comunidad de vecinos, ya que éstos pueden establecer si se permiten los cerramientos y qué tipos están autorizados en el edificio.

Así, en primer lugar, señalaron que si el cerramiento no requiere obra y no afecta a la fachada, no sería necesario solicitar ningún tipo de permiso o licencia y es suficiente con informar al presidente de la comunidad sobre el inicio de las obras. A esto añadieron que “si hay registros de otros vecinos que cerraron sus terrazas y no encontraron oposición, nosotros también podríamos hacerlo, de acuerdo con los principios de igualdad y no discriminación”. Sin embargo, advirtieron de que, por ley, para cerrar una terraza se requiere la aprobación de las 3/5 partes de las cuotas de participación en la junta de propietarios.

Por el contrario, si el cerramiento afecta a la fachada y necesita de obra, además de avisar a la comunidad de vecinos, el interesado debería pedir permiso al Ayuntamiento para poder cerrar una terraza o ático. En concreto, “este debería solicitar una licencia urbanística y pagar la tasa correspondiente”, destacaron. Dicho cerramiento implica un aumento de la superficie útil de la vivienda, por lo que se deberá regularizarse en el catastro. Sin embargo, alertan de que si el cerramiento no cumpla con la normativa o se prohíba su realización, el Ayuntamiento iniciará un expediente urbanístico que podría acabar en sanción.