En este sentido, apuntaron a la importancia de hacer una buena elección de los materiales. Así, los expertos subrayaron que los tres sistemas más utilizados para la construcción de piscinas en azoteas son el poliéster reforzado con fibra de vidrio, el acero inoxidable y el hormigón proyectado.

En cualquiera de los casos y opción elegida, los expertos de habitissimo recomendaron apostar por el doble vaso, ya que uno de estos actúa de recipiente contenedor del agua y el otro asegura evitar filtraciones a la vivienda que se encuentra en la parte inferior del forjado. Asimismo, aconsejaron usar baldosa porcelánica, gresite o liner, con soldaduras de alta frecuencia para revestir.

Una vez hecha la elección de la piscina que se ajuste más a las necesidades, es “fundamental” según indicaron, calcular la cantidad de refuerzo que se necesita para aguantar el peso de esta. Para ello, hay que saber el peso exacto de la piscina y el peso del agua necesaria para llenarla. Además, es “imprescindible”, a su juicio, conocer la antigüedad de la vivienda, el tipo de forjado del edificio y su resistencia máxima. “Esto es necesario hacerlo incluso si decidimos colocar una piscina hinchable”, advirtieron desde habitissimo.

Por último, sostuvieron que, para mayor refuerzo, hay que asegurarse de llevar a cabo un estudio técnico con un arquitecto de las características del forjado y de la estructura vertical del edificio, si es posible instalar una piscina en terraza o azotea.