Ambos operarios, un español y un hondureño de 21 y 27 años, se encontraban realizando trabajos de fontanería en el tercer piso del edificio y quedaron sepultados bajo varios metros de escombros en un patio interior. Los bomberos creen que bajaron al sótano a cerrar la llave del gas ante el fuerte olor en el edificio, y murieron inmediatamente debido a la explosión.

Tras desalojar el edificio, y con la advertencia de un compañero de trabajo de los operarios, los bomberos del Ayuntamiento de Madrid estuvieron desde las 13.30 horas en busca de los trabajadores, después de que participasen también guías caninos en las labores de búsqueda.

El portavoz de los bomberos señaló que había distintas zonas de patios, de apenas 10 metros cuadrados, con numerosos escombros y forjados que han “colapsado”, por lo que la tarea de desescombro en una zona bajo rasante ha sido “muy lenta y laboriosa”.

“El edificio en sí está en precario porque hay elementos estructurales con mucha inestabilidad”, explicó el bombero, quien añadió que los edificios colindantes “están desalojados por seguridad”, comentó.

Además de los dos operarios, otras 18 personas fueron atendidas por lo que todo apunta a un escape de gas, de los que cuatro fueron trasladados a diversos hospitales. El más grave es un hombre de 84 años con numerosos traumatismos, que se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de La Princesa.

Hasta el lugar de los hechos se han desplazados familiares y amigos de los dos trabajadores, visiblemente afectados, para seguir ‘in situ’ el trabajo de los bomberos que han tenido que trabajar con “medios manuales como rastrillos”.