Ciencia

Hallan entierros prerromanos de humanos con perros, caballos u otros animales

- Por compañía o costumbres religiosas, según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

Algunas personas de una antigua comunidad prerromana en lo que hoy es el norte de Italia fueron enterradas con animales o partes de cuerpos de perros, caballos y cerdos.

Las razones siguen siendo misteriosas, pero podrían indicar una relación de compañía duradera entre humanos y animales o prácticas de sacrificio religioso.

Así se explica en un estudio realizado por 19 investigadores pertenecientes a instituciones de Italia o Suiza, y publicado en la revista ‘PLOS ONE’.

La investigación fue dirigida por Zita Laffranchi, del Instituto de Medicina Forense la Universidad de Berna (Suiza).

De las 161 personas enterradas en el Seminario Vescovile, un yacimiento arqueológico datado entre los siglos III y I a. C. y ubicado en Verona, 16 fueron sepultadas con algún tipo de restos de animales.

Algunas de las tumbas contenían restos de animales que a menudo comía la gente (incluidos muchos cerdos, un pollo y parte de una vaca), con lo que ello podría haber representado ofrendas de comida a los muertos. Y cuatro acabaran enterradas con perros y/o caballos, que no comían los humanos.

MÚLTIPLES INTERPRETACIONES

Para buscar patrones que pudieran explicar estos entierros de animales, los investigadores analizaron la demografía, la dieta, la genética y las condiciones de entierro de los humanos y animales enterrados. Esto no condujo a ninguna correlación notable.

En particular, las personas enterradas con animales no parecen estar estrechamente relacionadas entre sí, lo que habría sugerido que se trataba de una práctica de una determinada familia.

Las personas enterradas con perros o caballos también varían: incluyen un bebé sepultado con un esqueleto de perro completo, un joven enterrado con partes de un caballo, un hombre de mediana edad enterrado con un perro pequeño y una mujer de mediana edad sepultada con un caballo entero, muchas otras partes de caballo y un cráneo de perro.

La falta de patrones entre estas tumbas significa que siguen siendo posibles múltiples interpretaciones de estos entierros de humanos y animales, según los autores.

Por ejemplo, animales como perros y caballos a menudo tenían simbolismos religiosos en las culturas antiguas, pero, al mismo tiempo, es posible que individuos específicos también hayan sido enterrados con sus compañeros animales.

Además, estas prácticas funerarias entre humanos y animales podrían haber estado determinadas por la interacción entre diferentes rasgos individuales y costumbres sociales.

(SERVIMEDIA)
18 Feb 2024
MGR/man