LOS HOMBRES DE REFUERZO A LA AGRUPACION MALAGA ASEGUAN HABER SENTIDO ODIO Y RABIA POR LA MUERTE DEL TENIENTE AGUILAR
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Los integrantes del penúltimo grupo de refuerzo a la Agrupación Málaga del Ejército español, en tareas humanitarias en la extinta Yugoslavia, aseguraron ayer haber sentido odio y rabia contra los pueblos contendientes tras la muerte del teniente Aguilar.
Estos cuarenta y cuatro soldados llegaron a última hora de la tarde de ayer a la Base Aérea de Málaga, donde aguardaban un grupo de familiares, una scción de la Legión compuesta por una banda de cornetas y tambores, banda de música y sección de fusileros, al mando del coronel Zorzo, jefe de la Agrupación Málaga, y del general Rafael Reig de la Vega, gobernador militar de la provincia.
El grupo de cascos azules españoles sólo estuvo en Bosnia cinco meses, uno menos que el resto de sus compañeros en misión humanitaria, ya que no disfrutaron del permiso reglamentario concedido por Defensa a las tropas.
La misión de la Agrupación Málaga en BosniaHerzegovina finalizará el próximo mes de julio, cuando sean relevados un grupo de treinta legionarios, que fueron enviados a las repúblicas balcánicas como refuerzo a las tropas allí destacadas.
Los momentos posteriores a la muerte por disparo del teniente Francisco Jesús Aguilar, último militar español caído en Bosnia, fueron los peores que este grupo pasó durante su estancia en la extinta república yugoslava.
El grupo, que el viernes abandonaba el campamento de Mostard para dirigirse a Split, dsde donde partieron hacia Málaga, habían organizado una fiesta de despedida, en la que iba a participar el teniente Aguilar.
"Todo estaba preparado, porque teníamos muchas ganas de volver con nuestras familias, pero un disparo maldito nos quitó la ilusión", comentó el cabo legionario Javier García, quien aseguró que el sentimiento de sus compañeros aquel día fue "de profunda rabia y odio contra esa guerra".
Los abrazos emocionados entre los familiares y los cascos azules españoles se prolongaron arios minutos, mientras que la banda de música de la Legión amenizaba la particular fiesta con marchas militares.
El coronel Zorzo, jefe de la Agrupación Málaga, recibió a sus hombres a pie de pista junto al Hércules de la Fuerza Aerea Española que transportó a la tropa desde Split. Zorzo aseguró "echar de menos algunos momentos que pasé con mis hombres".
Un cabo de la Legión, de nombre Ramón Lázaro, fue recibido por su mujer e hijos en medio de una profunda emoción y entre abrazos y besos dijo qe "este es el mejor momento de mi vida". El cabo manifestó que ningún momento "fue especialmente difícil, porque todos eran duros, porque peligro siempre lo hay allí".
La impotencia de contemplar cómo siguen los combates, a pesar del esfuerzo de intermediación entre los contendientes que han realizado los soldados españoles, junto a la decepción por la muerte de tres compañeros, en especial la del teniente Aguilar, marcó las declaraciones de estos militares, quienes volverían a participar en nuevas opraciones de esta índole "si me mandan o hace falta gente".
(SERVIMEDIA)
15 Jun 1993
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