Lo hicieron en coincidencia con el Día Internacional de las Personas de Edad que se celebra el 1 de octubre. En este contexto, apuntaron que “a medida que la inversión de la pirámide de población avanza, la tecnología lo hace de forma paralela, poniendo al servicio de los usuarios gran cantidad de ayudas y recursos”.

En España el grupo de personas de la tercera edad representa un alto porcentaje del total de la población. Entre 1900 y 2017, el número de personas mayores se había multiplicado ya por nueve y en la actualidad suman cerca del 45% de la sociedad. Muchas de las cuales viven solas.

Esta situación, explicaron, “hace que este grupo de la población se enfrenten a problemas cotidianos derivados de la falta de mantenimiento de las viviendas o de fallos o averías que pueden aumentar el riesgo de accidentes domésticos”.

A continuación, señalaron que existen una variedad de sistemas que las personas mayores pueden usar para estar más protegidas y sentirse más seguras e independientes. A Juicio de los expertos de HomeServe, tal es el caso de los sistemas de videovigilancia y dispositivos de teleasistencia que están pensados para ofrecer mayor seguridad a las personas mayores que viven solas y darles una atención continuada. Así, existen mecanismos con inteligencia artificial que detectan caídas y pueden enviar alertas para tomar medidas rápidas.

De igual manera, subrayan que los servicios de reparación y cuidado del hogar cuentan con la posibilidad de recurrir a servicio de “manitas” que aseguren muebles, cuelguen lámparas, realicen tareas de bricolaje y resuelvan cualquier incidencia de electricidad, fontanería o electrodomésticos.

También destacaron que, aunque existen múltiples y diversos riesgos en el hogar, el baño es una de las estancias con más riesgo, pues es donde más número de caídas se producen y, en concreto.

Por ello, aconsejaron sustituirla por un plato de ducha que quede instalado, en la medida de lo posible, a nivel de suelo. Además, sugirieron evitar el uso de calefactores o cualquier otro aparato a menos de un metro y medio de distancia del agua y desconectarlo mientras la persona esté dentro del agua.

Resaltaron que la cocina y el dormitorio son también estancias con riesgo de caídas y otros incidentes ya que en la cocina se pueden producir quemaduras o incendios, “por lo que es fundamental extremar precauciones para los más mayores y dejar un acceso libre y sencillo a los utensilios de cocina más utilizados, así como dejar trapos u otros textiles alejados del fuego”, añadieron. En el caso del dormitorio, donde pueden producirse caídas o golpes, los expertos recomiendan colocar “a mano” las cajas de medicamentos y otros utensilios que se utilicen de forma recurrente, evitando así que los mayores tengan que hacer uso de escaleras o sillas para acceder a ellos.

Por último, recordaron la importancia de “prestar atención al buen estado de las zonas comunes y contar con una buena iluminación para evitar tropiezos”, así como hacer revisiones periódicas de la instalación eléctrica para evitar cortocircuitos o incendios, y a otros elementos como la caldera, que es necesario revisar de forma anual.