Hormaechea afirmó que está convencido de que "no va a haber la objetividad que deseo" si Movilla preside el tribunal, ya que "cuestiono mi confianza en él". "Si no tengo confianza, tengo el derecho y el deber de recusarle", dijo.

El jefe del Ejeutivo cántabro, que insistió en los términos del incidente (amistad manifiesta con los denunciantes, ideas contrarias y la querella presentada contra Movilla en el Tribunal Supremo por injurias), aseguró que su intención no es la de retrasar el inicio de la vista oral, "sino que quiero un tribunal en el que pueda confiar".

Para el presidente del Gobierno de Cantabria, su desconfianza en Claudio Movilla es lógica. "Cómo no voy a dudar", dijo, "de un hombre que dice que no le gusta mi catadura moral". Jan Hormaechea indicó que todo el procesamiento es "una carga pesada que está dañando la credibilidad y la gobernabilidad de Cantabria".

Después de asegurar que cuando comience la vista oral, prevista inicialmente para el 23 de marzo, él se sentará en el estrado gracias a su condición de abogado, Hormaechea aseguró que de ser denegado este incidente de recusación tienen otros recursos preparados, aunque se negó a detallar cuáles.