Así lo señaló Gallego en su discurso en la junta de accionistas de IAG, donde señaló también que la estimación del holding es que la capacidad para este ejercicio se sitúe alrededor del 97 por ciento sobre los niveles de 2019.

Además, destacó que “de cara al verano, las perspectivas son alentadoras” puesto que el grupo cuenta con alrededor del 80 por ciento de los ingresos previstos para el segundo trimestre ya reservados.

“A pesar del entorno macroeconómico de incertidumbre, la gente quiere volar”, afirmó Gallego, quien explicó que están observando “un volumen saludable de reservas, con la demanda de ocio especialmente firme, mientras que los viajes de negocios sigue recuperándose, aunque a menor ritmo”.

En cuanto a la deuda neta, indicó que la previsión es que a 31 de diciembre de 2023 mejore la previsión anterior y se reduzca en línea con la mejora de los resultados. En 2022, IAG redujo la deuda neta en 1.400 millones de euros, hasta los 10.400 millones.

Pese a las buenas perspectivas, Gallego advirtió de que “la visibilidad que tenemos, por ahora, sobre la segunda mitad del año es algo más limitada”. “Por eso tenemos que ser realistas. Todavía hay retos por delante que habrá que gestionar, si bien lo haremos con la confianza que nos da saber que contamos con el modelo adecuado para tener éxito gracias a las sinergias y eficiencias que se generan en el Grupo”, concluyó.