Según una comunicación remitida por IAG a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el beneficio de explotación de las aerolíneas del grupo ascendió a 3.507 millones, un 174% más que los 1.278 millones de 2022.

Iberia logró un beneficio operativo de 940 millones, un 70,6% más que en 2022, mientras Vueling ganó 396 millones, un 97% más. Por su parte, British Airways ganó 1.664 millones (+29,4%) y Aer Lingus otros 225 millones (+33,9%).

En su conjunto, las aerolíneas del grupo obtuvieron unos ingresos de 29.453 millones, un 27,7% más que los 23.066 millones de 2022. Por venta de billetes facturaron 25.810 millones, un 32,6% más que los 19.458 millones del año pasado.

Los gastos de las operaciones ascendieron a 25.946 millones, un 19,1% más. Los de combustible y derechos de emisión se elevaron a 7.557 millones, un 23,5% más, y los de personal a 5.423 millones, un 16,7% más.

IAG transportó a 115,56 millones de pasajeros en 2023, un 22% más que el año anterior. La ocupación de sus vuelos ascendió al 85,3%, 3,5 puntos más que en 2022.

La capacidad de plazas de las aerolíneas del grupo en 2023 creció un 22,6% frente a 2022, centrada en sus principales mercados del Atlántico Norte y el Atlántico Sur. Con ello, se recuperó hasta acercarse a los niveles previos al Covid-19 en la mayoría de sus principales mercados.

Al término de 2023, IAG redujo la deuda neta un 11%, a 9.245 millones de euros, frente a los 10.385 millones al cierre de 2022. De esta manera, la relación entre la deuda neta y el Ebitda antes de partidas excepcionales se había reducido a 1,7 veces, frente a 3,1 veces en 2022, lo que refleja la fuerte recuperación de la rentabilidad y la consiguiente generación de efectivo, con una inversión en inmovilizado 331 millones de euros inferior al ejercicio anterior.