En una conferencia en el Fórum Europa, Rodríguez Ibarra afirmó que ETA tiene que dejar las armas, pero recordó también que todos los gobiernos de la democracia han intentado que lo haga.

El presidente del Gobierno, sentenció, "tiene que hacer todo lo posible para conseguir la rendición de la banda, y eso sólo se consigue hablando. No sé si lo está haciendo o no, pero debe hacerlo", añadió.

Rodríguez Ibarra explicó además que, para ello, el Gobierno debe moverse en un espacio "muy estrecho", el comprendido entre la familia del última asesinado por ETA y el que pueda ser el siguiente.

En todo caso, reiteró que el Gobierno emanado de las urnas "tiene derecho a intentar terminar con ETA", como lo han hecho sus antecesores, "y a recibir el apoyo incondicional de todos".

Más ambiguo se mostró al hablar de Batasuna y de la decisión del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska de suspender sus actividades durante dos años, incluida la asamblea del próximo sábado.

Rodríguez Ibarra se declaró "desconcertado" ante esta decisión y se preguntó "cómo se puede suspender la actividad de un partido que no existe", puesto que es ilegal. "Esto no lo entiendo", dijo.

Al ver los nuevos carteles de Batasuna y su intención de celebrar "como sea" esa asamblea, se preguntó si puede ser una muestra de debilidad del entorno del terrorismo y ante "unas pistolas oxidadas que ya no tienen sitio en esta democracia".

Pese a que la Justicia debe actuar siempre en función de hechos, Rodríguez Ibarra recordó que hay casos en los que no es así, como cuando no se detiene a un traficante de drogas porque se pretende, a través de él, llegar "al sitio gordo". A lo mejor, dijo, en este caso podría haber sido así, "pero no lo sé".

En todo caso, el presidente extremeño confesó que siente "estupor" al comprobar que Rafael Vera se quedó en la cárcel porque no se le aceptó ninguna recusación ni recurso, y Arnaldo Otegi está en libertad "con todos los pronunciamientos similares".