En concreto, la energética española logró la nota ‘A’ en el campo de cambio climático, aunque no recibió ninguna valoración en lo relacionado con bosques o seguridad del agua. Desde la compañía explicaron este resultado en su “labor de divulgación, concienciación, gestión y, finalmente el liderazgo ambiental”.

Asimismo, subrayaron que el grupo cuenta ya con una cartera que supera los 39.000 megavatios (MW) de capacidad renovable instalada en todo el mundo y prevé superar los 80.000 MW para 2030.

Cabe recordar que la clasificación de CDP mide la exhaustividad de la divulgación, la conciencia y la gestión de los riesgos ambientales y las mejores prácticas asociadas con el medioambiente, como el establecimiento de objetivos ambiciosos y significativos.

Según Iberdrola, “la economía mundial considera a CDP como el ‘gold standard’ de los informes ambientales y posee los datos más ricos y completos sobre las acciones corporativas y de ciudades”.

ODS

Por último y en línea con este hito, desde la compañía subrayaron que han incorporado los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030 a su estrategia empresarial y a su política de sostenibilidad.

Además, el grupo Iberdrola se ha comprometido a invertir 47.000 millones de euros entre 2023 y 2025 para impulsar la transición energética, el empleo y las emisiones netas nulas.