La ley establece que los conductores con diabetes están obligados a renovar cada año o cada seis meses -según los casos- el carnet de conducir, lo que, a juicio del diputado de IC-V Joan Saura, supone un trato claramente discriminatorio, ya que son personas que no sufren ninguna patología que les impida manejar el volante.

Según Saura, la evolución de la ciencia médica, el perfeccionamiento en las técnicas de autocontrol y los controles médicos an permitido que quienes padecen diabetes puedan llevar una vida en igualdad de condiciones con el resto de la población.

Asimismo, el diputado de IC-V considera necesario que el Gobierno dialogue con las asociaciones y federaciones de diabéticos, a fin de modificar el real decreto por el que se aprobó el Reglamento General de Conductores y eliminar el trato discrinatorio que sufren estas personas.