Lo dijo durante la ceremonia de traspaso de la cartera de Cultura -cuyo inicio se demoró tres cuartos de hora- que entregó a su sucesor en el cargo, Ernest Urtasun, en un abarrotado salón de actos del Ministerio de Cultura.

En el acto estuvieron presentes la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos; el secretario primero del Congreso de los Diputados, Gerardo Pisarello; el presidente de Egeda, Enrique Cerezo; el presidente de la Academia de Cine, Fernando Méndez-Leite; el director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Lluis Homar; la comisionada especial por la Nueva Economía de la Lengua, Cristina Gallach; los exministros de Cultura Iñigo Méndez de Vigo y Ángeles González Sinde; el exministro de Universidades Joan Subirats; la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau; y los diputados de Sumar Agustín Santos Maraver y Aina Vidal, entre otros representantes políticos y del mundo de la cultura.

En su discurso, Iceta saludó a Colau, a quien presentó como una “referencia para una generación de políticos que querían cambiar las cosas y han comenzado a cambiar las cosas”. También se dirigió a Méndez de Vigo, de quien dijo que es “un caballero que estuvo en esta casa y que siempre que puede nos acompaña”.

Esto le sirvió para atestiguar su satisfacción con la “continuidad institucional, aunque no está de moda. Espero que algún día vuelvan los buenos modos”.

Tras los preceptivos agradecimientos, expuso que su paso por el Ministerio de Cultura ha sido una “aventura apasionante”, y dejó claro que su acción “responde a un programa del Gobierno de coalición progresista; lo he hecho yo y lo hará el ministro Urtasun. Ello requiere la máxima colaboración e implicación posible, porque no estamos aquí para servir a uno u otro partido, ni siquiera a un Gobierno, sino a la cultura”.

Iceta se rebeló contra quienes que el de Cultura es un “ministerio menor”. “¿Menor, de qué?”, se preguntó, para, a continuación, presentarlo como el departamento de “la vida, la alegría, la creación, los creadores y creadores, de quienes quieren cambiar el mundo y mejorarlo”.

En ese sentido, felicitó a Urtasun por disponer de una Secretaría de Estado, algo que “yo no conseguí”.

Esto le sirvió para desear a su sucesor “lo mejor, en la confianza de que llevará mucho más lejos que yo este ministerio”. Comentó que “en la política debe haber continuidad, respeto, ambición y cambios. Siempre es triste cuando afectan a uno, pero debe haber cambios”, y ofreció a Urtasun su colaboración.

Iceta dedicó una parte de su discurso a Yolanda Díaz, a quien agradeció su colaboración para poner en marcha el Estatuto del Artista, que “es la mejora de las condiciones de vida de los creadores de la cultura”. “Sin su complicidad e impulso, no hubiéramos conseguido nuestros objetivos”, le trasladó.

Concluyó su alocución dejando claro que España es un “país muy rico, somo una potencia cultural de primer orden”. Por ello, reclamó que “nos los creamos nosotros” para “contagiar ese entusiasmo” por la cultura a los ciudadanos.