Cierto receptor hallado en la superficie de las células madre (las encargadas de producir sangre para la médula en un trasplante) sería la clave determinante para la aceptación del trasplante.

En las pruebas con ratones, los expertos del Instituto Científico Weizmann han observado que los animales que poseían el receptor CXCR4 aceptaban mejor el trasplante de médula porque, gracias a éste, las células madre tenían más fuerza a la hora de pasar con éxito a la édula.

"Nos hemos dado cuenta de que las células madre sólo migran a un trasplante de médula cuando cuentan con este receptor especial en su superficie, el cual les permite recibir las señales de las células de la médula trasplantada", explica en la revista el doctor Tsvee Lapidot, jefe de la investigación.