Esa cantidad procede de sumar las aportaciones del 27,45% de declarantes que optaron exclusivamente por la Iglesia católicaquienes señalaron tanto la opción de esta confesión religiosa como la de otros fines de interés social (un 11,67%).

La respuesta del Gobierno glosa la evolución de la aportación de los contribuyentes a la Iglesia católica en la última década y señala que en 1991 eran un 40,92% los que optaban en exclusiva por esa opción religiosa.

Actualmente, la aportación exclusiva a la Iglesia católica presenta fuertes diferentes por autonomías, desde un mínimo del 17,11% en Cataluña a un máximo del 39,62% y el 39,42% en Murcia y Castilla La Mancha, respectivamente.

En su respuesta, el Gobierno asegura que el adecuado funcionamiento del sistema de asignación tributaria a la Iglesia católica aplicado durante el periodo 2000-2002 es la razón de que se haya prorrogado por otros tres años.

Afirma, igualmente, que "el Gobierno no tiene intención, por el momento de modificar el Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos, firmado el 3 de enero de 1979".