“Estamos todavía en diálogo y con muchos agentes. Habría que ver qué ha pasado y por qué se han removido las aguas”, indicó en un desayuno informativo en 'La Razón'.

El prelado explicó que en el caso de este monumento gestionado por Patrimonio Nacional hay “muchos elementos” y que por parte de la Iglesia están la comunidad benedictina, la Conferencia Episcopal y la Nunciatura, éstos últimos por el carácter de basílica pontificia del templo que hay en el recinto, y que se le eligió a él como interlocutor eclesial principal para mediar con el Ejecutivo.

“No sabemos fechas ni lo que allí se significa”, añadió, después de que el Gobierno presentase a la prensa hace un par de semanas el concurso internacional de arquitectura para resignificar el recinto. El proyecto, con un presupuesto de 30 millones de euros, implica la construcción en la explanada anterior al templo de un centro de interpretación para explicar el significado de Cuelgamuros, con una perspectiva de los dos "bandos", pero respetará la cruz de 150 metros, la presencia de los benedictinos y el culto en el templo. También se incorporará señalización explicativa del significado de algunos elementos en las capillas y en la cúpula de la basílica. La licitación culminará, dijeron desde el Ejecutivo, a finales de 2026.

“La Iglesia está para orar por la paz y celebrar la eucaristía”, señaló Cobo, que puso en valor que “las distintas jurisdicciones tengan su voz y puedan hablar con el Gobierno” sobre el asunto, aunque subrayó que “hay acuerdos internacionales”, por lo que “toda modificación se hace con Santa Sede”.

“La comunidad sigue, sigue la basílica y el culto en la basílica y se respetarán los elementos religiosos”, zanjó.

El cardenal también fue preguntado por los escraches que los obispos han recibido durante la Asamblea Plenaria en Madrid por parte de quienes se definen como defensores de Cuelgamuros y que acusaron a los obispos de “traidores”. “Muchos no sabían detalles”, apuntó. “Esta ocurrencia no ha sido nuestra, ha sido del Gobierno, planteársela al Gobierno no a nosotros”, zanjó.