Medio ambiente

Los incendios se duplicarán a finales de siglo e incluso afectarán al Ártico, según la ONU

- Los países deben invertir un tercio en extinguir y el resto en planificar, prevenir, preparar y recuperar

MADRID
SERVIMEDIA

El cambio climático y el cambio en el uso de la tierra harán que los incendios forestales sean más frecuentes e intensos, con un aumento mundial de fuegos extremos de hasta un 14% en 2030, un 30% a finales de 2050 y el 50% al final de este siglo sin que los gobiernos estén preparados para este escenario.

Así se recoge en un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y GRID-Arendal, una fundación noruega dedicada a la evaluación ambiental. El documento, difundido este miércoles, pide un cambio radical en el gasto de los gobiernos en incendios forestales para que cambien sus inversiones de reacción y respuesta a prevención y preparación.

El informe encuentra incluso un riesgo elevado en el Ártico y otras regiones que antes no se habían visto afectadas por los incendios forestales.

Este trabajo, dado a conocer antes de que representantes de 193 países se reúnan en Nairobi (Kenia) para reanudar la V Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (conocida como UNEA-5.2) entre el 28 de febrero y el 2 de marzo.

La publicación llama a los gobiernos para que adopten una nueva 'Fórmula Fuego Listo’, con dos tercios del gasto dedicado a planificación, prevención, preparación y recuperación, y el tercio restante para respuesta. Actualmente, más de la mitad de la inversión suele ir a extinción, mientras que planificación y prevención reciben menos de un 1%.

“EN EL LUGAR EQUIVOCADO”

Para prevenir incendios, los autores piden una combinación de datos y sistemas de seguimiento basados ​​en la ciencia con el conocimiento indígena y una cooperación regional e internacional más fuerte.

“Las respuestas gubernamentales actuales a los incendios forestales a menudo están poniendo dinero en el lugar equivocado. Los trabajadores de los servicios de emergencia y los bomberos en primera línea que arriesgan sus vidas para combatir los incendios forestales necesitan apoyo. Tenemos que minimizar el riesgo de incendios forestales extremos estando mejor preparados: invertir más en la reducción del riesgo de incendios, trabajar con las comunidades locales y fortalecer el compromiso mundial para luchar contra el cambio climático”, apuntó Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.

Los incendios forestales afectan de manera desproporcionada a las naciones más pobres del mundo. Con un impacto que se extiende por días, semanas e incluso años después de que las llamas se apagan, impiden el avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y profundizan las desigualdades sociales.

En concreto, la salud de las personas se ve directamente afectada por la inhalación del humo de los incendios forestales, lo que genera impactos respiratorios y cardiovasculares y aumenta los efectos en la salud de los más vulnerables;

Además, los costes económicos de reconstrucción después de que las áreas se vean afectadas por incendios forestales pueden estar fuera del alcance de los países de bajos ingresos, las cuencas hidrográficas se degradan por los contaminantes de los incendios forestales y pueden erosionar el suelo causando más problemas para las vías fluviales, y los residuos que quedan suelen estar muy contaminados y requieren de una eliminación adecuada.

CAMBIO CLIMÁTICO

Por otro lado, el informe apunta que “los incendios forestales y el cambio climático se exacerban mutuamente”. De hecho, los fuegos empeoran con el calentamiento global a través del aumento de la sequía, las altas temperaturas del aire, la baja humedad relativa, los rayos y los fuertes vientos, lo que provoca temporadas de incendios más cálidas, secas y prolongadas.

Al mismo tiempo, el cambio climático se ve agravado por los incendios forestales principalmente por la destrucción de ecosistemas sensibles y ricos en carbono, como las turberas y las selvas tropicales. Esto convierte los paisajes en polvorines, lo que dificulta detener el aumento de las temperaturas.

La vida silvestre y sus hábitats naturales rara vez se salvan de los incendios forestales, lo que empuja a algunas especies animales y vegetales al borde de la extinción. Un ejemplo reciente son los incendios forestales de Australia de 2020, que se calcula que acabaron con miles de millones de animales domésticos y salvajes.

Según el Pnuma, existe una necesidad crucial de comprender mejor el comportamiento de los incendios forestales. Lograr y mantener la gestión adaptativa de la tierra y el fuego requiere una combinación de políticas, un marco legal e incentivos que fomenten el uso apropiado de la tierra y el fuego.

La restauración de los ecosistemas es una vía importante para mitigar el riesgo de incendios forestales antes de que ocurran y reconstruir mejor después. La restauración de humedales y la reintroducción de especies como los castores, la restauración de turberas, la construcción alejada de la vegetación y la conservación de zonas de amortiguamiento en espacios abiertos son algunos ejemplos de las inversiones esenciales en prevención, preparación y recuperación.

El informe concluye con un llamamiento a estándares internacionales más estrictos para la seguridad y la salud de los bomberos, y para minimizar los riesgos que enfrentan antes, durante y después de las operaciones. Esto incluye crear conciencia sobre los riesgos de la inhalación de humo, minimizar el potencial de atrapamientos que pongan en peligro la vida y ofrecer a los bomberos acceso a hidratación, nutrición, descanso y recuperación adecuados entre turnos.

(SERVIMEDIA)
23 Feb 2022
MGR/gja