La inflación registrada en mayo es la más baja registrada desde julio de 2021, cuando se situó en el 2,9%. La subyacente, en cambio, sigue por encima de los niveles de hace un año, aunque iguala la cifra de julio del año pasado, cuando cerró en el 6,1%.

La caída de la inflación general se debe, principalmente, a que los precios de la electricidad y de los carburantes se redujeron en mayo, frente al aumento que experimentaron en el mismo mes del año. También influye, “aunque en menor medida”, que la subida del precio de los alimentos y bebidas alcohólica fue más moderada que hace un año.

En variación mensual, los precios de consumo registraron en marzo una bajada del 0,1% respecto al mes de abril, mes en el que se registró un incremento del 0,4%,

Por último, la tasa de variación anual estimada del índice de precios de consumo armonizado (IPCA) se situó en el 2,9%, casi un punto porcentual menos que la registrada el mes anterior. Además, la variación mensual estimada del IPCA fue del -0,2%.

Desde el Gobierno pusieron en valor los datos avanzados de inflación de mayo, que, a juicio de la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, “confirman la eficacia” de sus medidas.

En este sentido, la titular del Ministerio de Asuntos Económicos apostilló que la moderación de los precios de los alimentos y la caída de los carburantes y posicionan a España como uno de los que tienen la inflación más baja de la Unión Europea. "La inflación se sitúa en España ya en el entorno del 3% e incluso por debajo, si tomamos el IPC armonizado con Europa", resaltó.