La joven inmigrante, al parecer menor de edad y de nacionalidad guineana, cuando sucedieron los hechos referidos no se encontraba sujeta a ningún tipo de procedimiento judicial. Por lo tanto, según el comunicado, no estaba ni detenida ni presa por orden judicial y no se fugó de los Juzgados de Plaza Castilla.

El Decanato afirma que la inmigrante guineana fue conducida a la Sede General de los Juzgados de Madrid par comprobar su identidad y averiguar su edad con el fin de descubrir si era menor, pero no llegó a ser introducida en la sede judicial porque eludió el control de los agentes en la vía pública.

El comunicado del Decanato niega que hubiera existido una fuga en las dependencias de los Juzgados de Plaza y Castilla y menos que ésta se hubiera producido por falta de medidas de seguridad en el edificio. La seguridad de la Sede Central está encargada a un destacamento de la Guardia Civil y a una empresa de seuridad especialmente cualificada.