La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó en 2004 una Resolución sobre actividades pesqueras, en la que mostraba su preocupación por el impacto de las pesquerías en ecosistemas como montañas marinas, corales de agua fría y cañones hidrotermales.

Con el fin de elaborar una regulación para proteger esta fauna marina, la Secretaría General de Pesca Marítima y el Instituto Español de Oceanografía se han embarcado en un proyecto encaminado a cartografiar los fondos marinos de "Hatton Bank", caladero situado en aguas internacionales del Atlántico Noreste.

Esta zona, ubicada en fondos de entre 1.000 y 1.500 metros de profundidad, es el lugar de trabajo de la flota de arrastreros congeladores españoles que se dedican a la captura del granadero de roca o el talismán.

Este proyecto está dentro del nuevo planteamiento de "enfoque ecosistémico" de las pesquerías, y con él se pretende conocer la distribución de montañas submarinas, arrecifes de corales de agua fría y cañones hidrotermales en estos fondos, para poder identificar si existen zonas especialmente sensibles a la pesca.

Dada la extensión de este caladero, se estimó que el proyecto debía llevarse a cabo en dos campañas, que se realizarían una 2005 y otra en 2006. Los resultados de estas investigaciones, van a ser presentados al Grupo de Trabajo de Ecología de Aguas Profundas del ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar), organismo asesor de la Comisión Europea para su estudio y elaboración de recomendaciones.