Pensiones

El Instituto Santalucía pide un contrato específico para favorecer que las empresas quieran alargar la vida laboral de los empleados sénior

- Pide al PP y al PSOE un "gran pacto" en pensiones y califica la última reforma de "injusta" con los jóvenes

MADRID
SERVIMEDIA

El doctor en Economía y presidente del Foro de Expertos del Instituto Santalucía, José Ignacio Conde-Ruiz, planteó este jueves la necesidad de aprobar un contrato de trabajo específico para las personas que ya han logrado acumular el 100% de su pensión, de modo que se abarate el coste del despido y se incentive que las empresas apuesten por prolongar la vida laboral de sus empleados sénior, con el fin de contribuir a la sostenibilidad del sistema de pensiones.

Así lo puso de manifiesto este experto durante el evento virtual 'Enfoca2: Las pensiones en España', organizado por el Instituto Santalucía, en el que señaló que el “supuesto” del Gobierno en la reforma de pensiones es que el 55% de los trabajadores alargará tres años su carrera laboral.

“¿Es realista que el 55% de la gente demore la jubilación con la legislación laboral actual? NO”, reflexionó Conde-Ruiz, quien apostó por “permitir la plena compatibilización de la pensión y el trabajo”, un aspecto en el que juzgó que España lo está haciendo “fatal”, a diferencia de otros países.

Junto a ello, subrayó que se debería aprobar un contrato específico para favorecer que las empresas tengan más interés en alargar la vida laboral de sus empleados, de forma que se pueda “empezar de cero”. Ello, en su opinión, no perjudicaría a los mayores ni sería una “discriminación,”, ya que afectaría a los que tienen el 100% de su pensión ya garantizada y el objetivo es incentivar la extensión de la carrera profesional.

Más allá de esta cuestión concreta, Conde-Ruiz afeó que la reforma de pensiones es “ineficiente” e “injusta” con las generaciones más jóvenes y reprochó que sea la primera reforma que aumenta el gasto. Lamentó que se haya derogado el factor de sostenibilidad del Gobierno de Mariano Rajoy y criticó que se haya “roto la tradición reformista” de reducir el gasto que se ha ido aplicando en las reformas desde los años 80, cuando “España se dio cuenta” de que habría en el futuro un problema por la evolución demográfica.

CORTO PLAZO

Además, este economista recriminó que los partidos políticos miren “el corto plazo”, cuando lo que se debe hacer es trabajar con más de 20 años vista. “Me importa un plazo de 25 años, porque es el mundo que me va a pagar las pensiones”, apuntaló.

Asimismo, instó a los dos grandes partidos a que el año que viene, tras las elecciones, “se sienten” y alcancen un “gran pacto” en pensiones. De hacerlo, y si piensan con empatía en los jóvenes, Conde-Ruiz auguró que el acuerdo es posible, ya que “la solución es políticamente difícil pero no es económicamente difícil”.

En definitiva, sostuvo que “no hay que tocar a los actuales pensionistas” pero sí preparar un nuevo sistema de aquí a 20 años para que sea sostenible en el futuro. “El dividendo demográfico bajo el que hemos vivido se ha acabado”, añadió, para concluir que las generaciones jóvenes “no hacen más que vivir en crisis”.

ENORME DISTORSIÓN

Por su parte, el socio fundador de LoRIS y miembro del Foro de Expertos del Instituto Santalucía, José Antonio Herce, defendió que la reforma de pensiones actual se hace “contra la contributividad del sistema” que, además, produce una “enorme distorsión” en el mercado de trabajo.

En su alocución, este especialista comentó que las medidas para aumentar los ingresos del sistema de pensiones no serán suficientes y que se tendrá que seguir elevando el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que será “absoluto”.

Y es que, a su juicio, con el actual MEI se recaudará un 0,7% del PIB, mientras que se necesita en la actualidad un 2,5% que, a su vez, es una cifra que seguirá creciendo por el aumento de las personas jubiladas y del gasto.

Sí que apuntó que ayudará a que los trabajadores se jubilen más tarde la “multa disuasoria” que recoge la legislación por retiro anticipado, aunque, sobre los incentivos, explicó que la mayoría de las personas preferirán un cheque al jubilarse que un aumento en la pensión. “Tendrías que sobornar de tal manera a los trabajadores para que masivamente decidiesen demorar su jubilación que es que el sistema haría un pan con cruasanes”, ironizó este economista.

También dijo de forma jocosa que “los babi-boomers son el hipopótamo que se ha tragado una boa” que ahora tiene que “hacer la digestión”, aunque sí da tiempo a que los empleados de dentro de 20 años puedan prepararse para cambios en el sistema de jubilación.

Por último, el doctor de la Universidad de Valencia del departamento de Economía Financiera y Actuarial e impulsor de ‘El Pensiómetro’ del Instituto Santalucía, Enrique Devesa, analizó la reforma de los planes de pensiones colectivos que aprobó el Gobierno hace un año y explicó que, aunque le parece una legislación positiva, es pesimista sobre sus efectos en la práctica.

(SERVIMEDIA)
25 Mayo 2023
DMM/gja