El CSIC explicó este viernes que el trabajo, publicado en la revista ‘Plos One’ y desarrollado en un hábitat semidesértico de la Península Ibérica, supuso en total el descubrimiento de al menos cinco especies diferentes en el Campo de Tabernas en Almería.

“Encontramos más especies de mosca negra en un medio semiárido de lo que cabría esperar, dado que las moscas negras requieren de hábitats con cursos de aguas limpias y corrientes”, señaló el investigador del CSIC en la Estación Experimental de Zonas Áridas y coautor del estudio, Francisco Valera.

“El hallazgo de esta especie, en cursos de agua temporales en zonas áridas, pone de manifiesto la necesidad de llevar a cabo más estudios de macroinvertebrados en hábitats poco estudiados, para conocer más sobre su ecología y para poder evaluar mejor los riesgos potenciales que conllevan para la salud pública”, concluyó el autor principal del estudio e investigador del Cibir, Ignacio Ruiz-Arrondo.

El estudio proporciona nueva información sobre marcadores moleculares para una mejor identificación de las especies de moscas negras, cuya identificación taxonómica es compleja.