El desinterés por el cuerpo y la falta de agilidad y destreza vienen ocasionadas por la pérdida de masa muscular en los hombres en edades avanzadas. La testosterona inyectada ha sido probada por un equipo de la Universidad Virginia Commonwealth, de Richmont, como un equivalente o alternatva al ejercicio continuado en estas personas.

Este estudio ha demostrado que unas inyecciones semanales de 100 miligramos de testosterona durante un tratamiento de ocho semanas mejora la forma física de los pacientes y equilibra la reducción de los niveles hormonales en un 50%.