Para Comisiones, "no existen argumentos que puedan justificar el resultado obtenido (durante el año 1993). Si bien es cierto que las devaluaciones de la peseta pueden afectar al precio de los productos importados, no se debe olvidar que la actividad económica está semiparalizada, reduciendo significativamnte sus repercusiones".

Sin olvidar "las ventajas que implica mantener una tasa de inflación reducida", la central considera que "el Gobierno debe recapacitar profundamente sobre las políticas aplicadas, modificándolas profundamente hacia otras alternativas que puedan garantizar las suficientes inversiones productivas en nuestro país que aumenten la competitividad de nuestros productos, con el objetivo básico de crear empleo".

"La experiencia ha demostrado que las políticas depresivas indiscrimindas no reducen la inflación, y sin embargo implican importantes costes sociales que sufren fundamentalmente un colectivo de la población", agrega CCOO.