Durante su participación en unas jornadas sobre "Integración financiera en la UE", Domingo-Soláns insistió en que "no vemos estancamiento, n el sentido de recesión, ni se puede hablar ahora de riesgo de inflación".

Por todo ello, aseguró que el Banco Central Europeo mantiene que el crecimiento económico de la zona euro será del 1% en 2003 y que, a pesar de la "incertidumbre" y su influencia negativa sobre la economía y los precios, el año se cerrará con un IPC inferior al 2%.

Por último, rechazó que la Eurozona no corre el riesgo de caer en la "estanflación", la conjunción de un menor crecimiento económico y un aumento mayor de los recios que se registró tras las "shocks" petrolíferos de los años setenta del siglo pasado.