Trillo compareció en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados para explicar el envío a Iraq de un contingente de 1.300 soldados. Después de la primera intervención del ministro, Marín reiteró su convicción de que esta misión enraña un "altísimo riesgo".

Le recordó que la decisión del Ejecutivo de apoyar la guerra en Iraq estuvo a punto de costar el consenso entre las fuerzas políticas españolas en política Exterior, y ahora "vamos camino de romper el consenso en política de Seguridad". "Mejor que lo sepa usted en sede parlamentaria", le advirtió.

Manuel Marín recordó que España apareció en Azores como mando de la política mundial y ahora llega a Iraq al mando "de un simpático general polaco", un camino en el que los soialistas ven "un recorrido que usted no ha explicado".

Se mostró además convencido de que España pensaba inicialmente participar en el sector de control británico en Iraq, y por alguna "controversia" los soldados españoles acudirán a lo que Trillo llama "la zona hispano-polaca".

La misión, sentenció, no tiene cobertura legal como contingente de "mantenimiento de la paz" sino como "fuerza ocupante", pese a que Trillo pretenda ocultarlo detrás de una "ensalada jurídica".

"¿COMO TIENEN ESAS TRAGADRAS?"

Marín subrayó además el "exceso de soberbia" de las autoridades de Estados Unidos en Bagdad, como muestra el hecho de que dijeran a España que no era necesaria la ayuda humanitaria del buque Galicia y que lo perentorio era la colaboración militar.

"¿Cómo tienen ustedes estas tragaderas mientras el presidente del Gobierno se dedica a recolectar voto chicano para el partido republicano?", le preguntó Marín a Trillo. "No le critico a usted pero, por favor, reaccione", le espetó.

Trillo tapoco consiguió el respaldo de CiU, cuyo portavoz, Carles Campuzano, argumentó su rechazo a esta misión con los mismos motivos con los que se opuso al respaldo de la guerra. La resolución en la que se apoya el Gobierno, aseguró, no cubre una operación de ayuda humanitaria.

Pese a su oposición, Campuzano se permitió un toque de humor al comentar que visto desde Cataluña "tiene más gracia" afirmar que los soldados españoles estarán al mando de los polacos.

También el coordinador general de IzquierdaUnida, Gaspar Llamazares, insistió en que la misión "ni es legítima ni es legal", y además se envían las tropas españolas a una zona de alto riesgo y con tareas por definir.

En este argumento coincidió el portavoz de Coalición Canaria, Luis Mardones, para quien no está garantizado el principio de seguridad jurídica de las Fuerzas Armadas en esta operación. Considera además "una humillación" que la lealtad de España se pague con un mando polaco sobre el territorio iraquí.