En declaraciones a Servimedia, el economista explicó que el mantenimiento de los niveles actules de gasto público, especialmente los sociales, no es compatible con una bajada de impuestos.

Sí que precisó que el propio Aznar ha aclarado que la nueva reforma tendría lugar a partir de que en el año 2002 se alcanzase el superávit presupuestario. Sin embargo, Barea afirmó que, según sus cálculos, no será posible alcanzar el superávit en esa fecha.

Las razones son, por un lado, el crecimiento de los gastos sociales, puesto que el envejecimiento de la población propiciará un crecimiento del 3% nual. A estos hay que sumar las cuantiosas inversiones previstas en educación, infraestructuras e innovación tecnológica. En su opinión, sólo una reforma estructural para reducir estos costes posibilitaría la rebaja de impuestos.

Por otra parte, aseguró que el cumplimiento de los objetivos de déficit público ha sido posible gracias al descenso de los costes financieros por la bajada de tipos de interés (que ha supuesto un ahorro de 200.000 millones de pesetas este año).

El profesor Barea vaticinóque esta situación cambiará en pocos meses, de forma que a finales de este año o a principios del 2001 comenzará una nueva subida de tipos que encarecerá los gastos financieros. Con estos dos condiciones, señaló que ve "difícil" que se alcance el superávit presupuestario en el 2002.

Otro factor que hay que tener en cuenta, a su juicio, es el control de la inflación. Una nueva bajada de impuestos provocaría una reactivación de la demanda interna y una subida de precios, por lo que "se echaría más leña l fuego".