Ríos, que ha calculado esta estimación a partir de los datos correspondientes al ejercicio fiscal de 1995, estima que la reforma que prepara el Gobierno tendrá unos costes de recaudación superiores a los 400.000 millones de pesetas.

En declaraciones a Servimedia, destacó que el borrador "adolece de datos de previsión" y comete tres equivocaciones fundamentales. La primera de ellas, "renunciar a luchar contra el fraude y el lujo" al mantener el tratamiento de las rentas inmobiliarias, las retenciones de profesionales y empresarios, las plusvalías generadas por los fondos de inversión, y no poner medidas para evitar "que se camufle el lujo".

Ademas, explicó que la reducción de los tramos y de tipos marginales, junto al traslado delas deducciones de la cuota a la base del impuesto, reducen su progresividad y lo hacen más regresivo.

Ríos denunció que, lejos de resolver el problema de la suficiencia del impuesto, el Gobierno no especifica los gastos que piensa reducir para compensar el descenso de la recaudación, lo que "choca" frontalmente con el principio de suficiencia del IRPF.

A su juicio, la reforma es, además, "poco imaginativa", ya que pretende "meter la cuchara" en los premios de la lotería para financiar la caída d la recaudación, y "hace trucos" en el tratamiento fiscal de la compra de vivienda.

Finalmente, expresó sus dudas acerca del alcance del "mínimo vital" para suplir íntegramente el actual tramo de tipo cero, aunque sí servirá para ahorrar dinero en la Administración, al eliminar las declaraciones presentadas únicamente para cobrar lo retenido. Además, advirtió que el coste de la vida no es igual en todas las zonas de España, y el borrador del Gobierno no recoge estas diferencias.