Durante la presentación del proyecto ante el Pleno del Congreso, Rato expresó la pretensión del Gabinete de que el nuevo IRPF contemple deducciones mayores a las previstas inicialmente.

En éste sentido, apuntó, frente a la propuesta inicial del Gobierno de que el mínimo vital para iscapacitados esté entre 850.000 y 1.000.000 de pesetas, según el grado de minusvalía, Rato apuntó la posibilidad de elevar estas exenciones en función de situaciones concretas como la necesidad de tener una persona con cuidados permanentes.

También apuntó la posibilidad de que la deducción general por rentas del trabajo se doble en el caso de los discapacitados que cobran un salario.

El proyecto del Gobierno remitido a la Cámara plantea una exención adicional al mínimo vital de 500.000 pesetas pra rentas del trabajo de hasta 1.350.000 pesetas, que se va reduciendo progresivamente hasta los dos millones de ingresos salariales. A partir de esa cantidad, la deducción por rentas del trabajo es de 375.000 pesetas.