El jurado, compuesto por Juan Manuel Gil, Pere Gimferrer, Benjamín Prado, Elena Ramírez y Andrea Stefanoni, decidió por unanimidad galardonar a esta obra por hacer “un retrato genial de tres generaciones de una misma familia que se aprovechan de las grietas del sistema en su propio beneficio”.

También destacó que la novela “atrapa e incomoda” y “refleja desde la ironía y la controversia el momento de incertidumbre de la sociedad actual”.

A la convocatoria de este año se postularon 858 manuscritos, el 97,08% de los cuales se presentó por correo electrónico y el 2,92% se entregaron por correo postal.

Por temáticas, el 17,7% versaban de biografías, novelas de autoficción o diarios personales; el 15,96%, de sagas familiares o sobre relaciones padre, madre e hijos; el 13,98% tenían una trama policiaca, negra o ‘thriller’; el 13,05%, de fantasía, distopías, ucronías o ciencia ficción; el 10,02% giraban en torno a cuestiones románticas o eróticas; el 8,73% se centraban en la crítica social; el 8,04%, en asuntos históricos; el 3,61%, en aventuras; el 2,91%, en superación personal o autoayuda; el 2,56%, en materia rural, de costumbrismo o de naturaleza; el 2,09%, en identidad o género; y el 1,28% estaban dedicadas a la pandemia o al confinamiento.

El 50,74% de los trabajos procedían de España; el 31,59%, de América del Sur; el 12,93%, de América del Norte; el 2,73% de Europa; el 1,49%, de América Central; y el 0,49%, de otros lugares del mundo.

‘Lugar Seguro’ aborda la historia de Segismundo García, un comercial venido a menos que cree haber encontrado el negocio de su vida: la venta y construcción de búnkeres ‘low cost’ dirigidos a las clases más humildes, en un momento en que la instalación de refugios en viviendas de clase alta se ha convertido en tendencia y los más ricos se dedican a protegerse y prepararse para futuros desastres.

Sin embargo, el protagonista de la historia no pasa por su mejor momento económico ni personal, ya que su negocio es muy frágil, al tiempo que busca un dinero que su padre escondió en un lugar seguro antes de perder la cabeza como consecuencia de una demencia senil, mientras que su hijo ha perdido el control de un negocio de apuestas que puso en marcha en el instituto.