A su juicio, "si se vendieran las empresas públicas rentables, es probable que caigan en manos de grandes transnacionales, por lo que, si bien en un primer momento habría unas transferencias de capital del exterior, después disminuiría la capacidad de maniobra financiera y, también, porque ya tenemos experiencias negativas, de un margen de reindustrialización y desarrollo tecnológico".

García Fonseca puso como ejemplo las empresas industriles del grupo Banesto, "que tras ser reflotado parcialmente con dinero público, han sido vendidas a empresas transnacionales, por no existir empresas españolas que ofertasen la compra y ahora tienen, de momento, limitada la capacidad de crecer y son dependientes de tomas de decisiones externas".

El diputado de IU criticó que "cuando se dice, alegremente, que que hay que reducir el tamaño empresarial público, no se dice que se quieren vender las empresas rentables del mismo. Tampoco se suele publicitarque España es el país con casi menos empresas públicas de toda la Unión Europea, ni que son, a pesar de todo, las que más dedican a investigación".

Para García Fonseca, la pretensión de vender empresas públicas rentables por parte del Gobierno y "sus aliados de la derecha" es "un flaco favor a una política industrial activa de diversificación, apuesta tecnológica y de crecimiento endógeno y supone otro mojón que marca las diferencias estratégicas entre las políticas de cada una de las formaciones políicas".