El director de la muestra, José María Jiménez, subrayó este viernes en una entrevista concedida a Servimedia que “el mensaje principal de esta edición es que los chicos y chicas descubran el trabajo de otros jóvenes del mundo y se reconozcan en sus historias. El cine es un lenguaje universal que conecta emociones, valores y realidades”.

Jiménez explicó que el espíritu de MICE Madrid es “fomentar la educación audiovisual” y el pensamiento crítico entre los más jóvenes, a través de un cine que nace dentro de las aulas. “Estos cortos abordan temas como el acoso escolar, la ecología, la igualdad o la amistad, pero lo más importante es que están contados desde su propia mirada, algo que ningún cineasta adulto podría reproducir”, afirmó.

Este viernes, el Centro Cultural El Torito, en el distrito de Moratalaz, acogió la proyección del documental ‘Hija del volcán’, de la directora Jenifer de la Rosa, en una sesión que reunió a setenta alumnos del IES Rey Pastor. “Ha sido un encuentro muy cercano y emotivo. Los estudiantes no solo conocieron la historia detrás del film, sino que dialogaron con la directora sobre temas de identidad y memoria familiar”, relató Jiménez.

El director destacó también el trabajo con alumnos de aulas de diversificación, quienes están realizando su propio cortometraje basado en el corto argentino ‘Tipos de alumnos’. “Son chicos que muchas veces han perdido la conexión con el sistema educativo, pero al darles espacio para crear y contar sus historias, se reenganchan con entusiasmo. Ver su obra proyectada ante sus compañeros es un refuerzo enorme para su autoestima”, explicó.

MICE Madrid, que este año cuenta con la participación de 21 países, amplía además su público con una proyección especial para personas mayores, que tendrá lugar el 7 de noviembre en los Cines Embajadores, con la asistencia de la directora argentina Flavia Mertehikian y su película ‘Había una vez, hace 40 años…’.

La muestra se celebra en dos municipios y nueve distritos de Madrid, con sesiones en la Cineteca Madrid, Cine Embajadores, Espacio Buenavista y Espacio Abierto Quinta de los Molinos, además de talleres de creación cinematográfica abiertos al público.

Con MICE Madrid, el cine vuelve a convertirse en una herramienta educativa, emocional y social. “Queremos que los jóvenes pasen de ser espectadores a creadores de sus propias películas”, concluyó su director.