El recién registrado partido que pretende promover políticas económicas de izquierda y a la vez se opone a los pactos del Gobierno con los partidos nacionalistas por considerar que pervierten la esencia del progresismo publicó una nota de prensa después de que Junts per Catalunya hiciera públicos los compromisos que ha contraído el Ejecutivo a cambio del viraje en el último momento de esta formación, que había anunciado que votaría en contra de los tres decretos, lo que los abocaría a decaer, y al final no los votó. Por ese motivo, sólo decayó el del subsidio de desempleo por el rechazo de Podemos.

Izquierda Española replicó que "las balanzas fiscales son un pretexto ficticio para no redistribuir", ya que "los impuestos los pagan las personas y no los territorios". Desde su punto de vista, "los nacionalistas catalanes consideran que no se debe redistribuir con los de 'fuera' porque su proyecto es convertir en extranjeros a millones de personas, especialmente de las regiones más pobres y desfavorecidas de España". Así, se reafirmó en su mensaje de que "el confederalismo y los privilegios fiscales conducen a la degradación del Estado social y a mayores niveles de desigualdad".

Respecto a la cesión de las competencias de inmigración a la Generalitat, el partido que se presentará a las elecciones europeas y que lidera Guillermo del Valle advirtió de que "importantes líderes del nacionalismo catalán han mantenido posiciones abiertamente racistas y xenófobas" y Junts, en particular, "ha mantenido una actitud complaciente con grupos ultras extremadamente racistas, como Aliança Catalana, que gobierna en Ripoll". Esto, advierte, "acentúa el peligro de la cesión competencial en materia de inmigración, no sólo por el supremacismo inherente a todo nacionalismo, también por la cercanía a posiciones ultras".

Por todo ello, Izquierda Española exigió al PSOE y Sumar "que defiendan la igualdad y la redistribución y se acabe con el delirante confederalismo fiscal que lleva a que las regiones ricas no redistribuyan, destrozando así el Estado social", y "rectifiquen en la cesión de la política migratoria a fuerzas supremacistas, además de parar la irracionalidad que supone que una materia tan sensible en cuestiones de derechos humanos entre también en la dinámica de la centrifugación competencial".