EL JEMAD ASEGURA QUE LA DISUASION DE LOS EJERCITOS TIENE "ESCASO EFECTO" FRENTE A LAS NUEVAS AMENAZAS
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El jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Félix Sanz Roldán, dijo hoy que las nuevas amenazas para la seguridad internacional, que van del terrorismo a la inestabilidad en algunos de los llamados "estados fracasados", hacen que la llamada disuasión de los ejércitos haya pasado a tener "escaso efecto".
Sanz Roldán, durante una conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI, aseguró que frente a estas nuevas amenazas hacen falta "nuevos ejércitos", que deberían tener cualidades como la modernización tecnológica o la rapidez en la toma de decisiones.
El general se refirió a que "a las nuevas amenazas debemos anteponerle una nueva forma de pensar", puesto que "la disuasión hoy tiene escaso efecto, porque la promesa de una represalia contra un Estado no significa nada cuando el atacante es un terrorista sin nación o sin ciudadanos a los que defender".
Aludió, en este sentido, a que los actuales elementos de riesgo para países como España son el terrorismo de carácter transnacional, la proliferación de las armas de destrucción masiva y la "combinación de ambos", así como la existencia de los "Estados fracasados" que propician la inestabilidad regional.
A este respecto, añadió que, mientras que el terrorismo suicida no es en sí algo nuevo, sí lo es "el acceso sin precedentes de los grupos terroristas a las tecnologías más avanzadas", a lo que se suma la eventual "pérdida de control de materiales radioactivos" como consecuencia del hundimiento del sistema soviético.
EJERCITO RAPIDO Y RESOLUTIVO
Por este motivo, argumentó que el proceso de transformación de las Fuerzas Armadas Españolas (FAS) "debe de ir más allá del ámbito de éstas e incluso del de la Defensa". "Nuestras FAS y el conjunto de nuestra sociedad se encuentran en el umbral de una nueva frontera en el campo de la seguridad y defensa, que debemos cruzar en las mejores garantías de eficacia y servicio a la comunidad que nos sustenta".
Dentro de este proceso, se refirió a que, en la transformación respecto a los Ejércitos y la Armada, las mejoras deben concretarse en cambios como unas cifras "más realistas" de cuadros de mando y tropa, "no sólo para evitar la permanente frustración de tener organizaciones vacías, sino para que las cifras estén de acuerdo anuestras posibilidades reales".
Esto llevaría, apuntó, a contar con una cifra final para las FAS de entre 85.000 y 90.000 soldados y marineros, así como 50.000 cuadros de mando.
Asimismo, Sanz Roldán aludió a que el Ejército de Tierra tendrá que redefinir sus unidades, en cantidad y calidad, "para que sean más fácilmente proyectables y con mayor capacidad de despliegue, organizadas modularmente 'ad hoc' para la misión, compaginando una mayor movilidad táctica con una adecuada capacidad resolutiva, debiendo para ello aligerar su armamento pesado".
Respecto a la Armada, dijo que "reorientará su flota, de una naturaleza esencialmente oceánica y antisubmarina, para convertirse prioritariamente en una fuerza que proyecte su poder en el litoral y sobre la costa, y presumiblemente hacia el interior".
A su vez, "el Ejército del Aire debe caminar en la dirección de dotarse de elementos de ataque de precisión y a distancia, y medios de transporte aéreo para la proyección de fuerzas, pero también debe explotar las nuevas tecnologías de vehículos no tripulados y, muy especialmente, los sistemas espaciales".
"Todos ellos", apuntó, "contarán con mejor inteligencia, obtenida a través del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, perteneciente a la Comunidad Nacional de Inteligencia. En cualquier caso, la verdadera transformación de las capacidades militares y de defensa vendrá de la mano de una nueva forma de entender el esfuerzo de cada Ejército en una acción conjunta e integrada".
(SERVIMEDIA)
06 Jun 2005
NBC