Cultura

José Luis Garci: “El cine está a punto de salir de la guardería”

Madrid
SERVIMEDIA

El director de cine José Luis Garci considera que el séptimo arte está en constante evolución gracias a las posibilidades que ofrece el audiovisual, la Inteligencia Artificial (IA) y las distintas formas de ver películas y no teme por su futuro, hasta el punto de afirmar que éste “está a punto de salir de la guardería”.

Lo dijo en una entrevista concedida a Servimedia en la que repasó su carrera profesional, en cuyo frontispicio figura el Oscar que recibió por ‘Volver a empezar’ (1982) hace cuarenta años, y diserta sobre el estado del cine recién cumplidos los 80 años.

Garci siempre ha tenido presente a los grandes de la historia del cine tanto detrás de las cámaras como delante de ellas, en su faceta de divulgador en distintos programas televisivos. Aunque cita al torero Rafael El Gallo (1882-1960) para afirmar que “clásico es aquello que no se puede hacer mejor”, enseguida entra en escena para explicar que se considera época clásica a aquel periodo de Hollywood que llega hasta la desaparición de John Ford (1894-1973), Howard Hawks (1896-1977), King Vidor (1894-1982) y Alfred Hitchcock (1899-1980).

También reivindica a Ingmar Bergman (1918-2007), Vittorio de Sica (1901-1974) y Jean Renoir (1894-1979) como clásicos, que, a su juicio, son aquellos cineastas que coincidieron en el tiempo, al estilo de los pintores impresionistas, y que alumbraron “obras maestras que perduran en nuestra memoria visual”.

IMPORTANCIA DEL GUION

El director madrileño atestigua que el guion es “lo más importante” en el proceso de elaboración de una película. Y confiesa ser de la escuela de clásicos, como Billy Wilder (1906-2002) o Preston Sturges (1898-1959), que eran “cineastas procedentes del mundo literario”, en cuyos trabajos ponían más empeño en los diálogos que en la fuerza de las imágenes.

Esto le sirve para poner de manifiesto que la creación de una película pasa por cinco fases: la escritura, para lo que es fundamental crear o adaptar una “buena historia”; el rodaje, que junto con el guion, supone “la mitad” de la cinta; el montaje, del que se ocupan los “guionistas de la imagen”; la promoción y “luchar por ella”; y la recepción del público. Sea como fuere, a su juicio, “tener un buen guion y tener buenos actores es el 70% o el 80% de la película”.

José Luis Garci ha conocido la evolución cinematográfica en España de la dictadura a la democracia. A pesar del contexto propiciado por el franquismo, defiende que en aquella época había “maravillosos directores”, como Juan de Orduña (1900-1974) o José Luis Sáenz de Heredia (1911-1992), a los que políticamente se rechazaba.

“Una vez que se sacudieron los antecedentes”, sostiene, se ha acabado reconociendo que títulos como ‘El clavo’ (1944), de Rafael Gil (1913-1986), son una “obra maestra”, como también lo fueron ‘Surcos’ (1951), de José Antonio Nieves Conde (1915-2006), o ‘Historias de la radio’, del supradicho José Luis Saénz de Heredia.

A estos directores les sucedió una época de “mayor vitalidad”, con Luis García Berlanga (1921-2010), “el cineasta español más grande de siempre”, a su juicio, Juan Antonio Bardem (1922-2002), José Luis Borau (1929-2012) o Manuel Summers (1935-1993).

Garci afirma que “ahora se hace otro tipo de cine”, con las posibilidades de la IA y del audiovisual, lo que le da pie a aseverar que “el cine está a punto de salir de la guardería”, ya que a lo anterior se añade el poder ver películas “en casa, en tu dormitorio, en tu salón”.

OSCAR

‘Asignatura pendiente’ (1977), ‘Solos en la madrugada’ (1978) y ‘Las verdes praderas’ (1979) componen lo que se denominó en su momento ‘La Trilogía de la Transición’. Él cree que es porque en ellas se muestran con naturalidad a los españoles y los objetos con los que interactuaban en aquella época, como si fuera una especie de “NO-DO”. De hecho, ‘Solos en la madrugada’, evoca Garci, inspiró a Jesús Quintero (1940-2022) el formato de ‘El Loco de la Colina’.

En ese sentido, recuerda que el cineasta Robert Wise (1914-2005), “de quien tuve el privilegio de disfrutar de su amistad”, calificó como “la trilogía de la melancolía” a ‘Volver a empezar’, ‘You´re the One’ (2000) y ‘Tiovivo c. 1950’ (2004).

Con ‘Volver a empezar’ obtuvo el Oscar, el primero de la historia para una producción española y para una película en español. Garci prefiere eludir valorar que supuso ese hito para el cine español, si bien confiesa que para él supuso una “alegría estupenda”, máxime cuando esta cinta es “muy personal”, ya que supone “un homenaje a la generación interrumpida por la Guerra Civil” y un tributo a su padre.

A su vez, considera “maravilloso” ser el responsable de la primera película en recibir un Oscar realizada en “la lengua de Quevedo, Cervantes, Galdós y Baroja”. De no haberlo conseguido, ese honor hubiera recaído en la cinta argentina ‘La historia oficial’ (1985), de Luis Puenzo.

A pesar del Oscar, Garci valora todavía más el hecho de haber estado nominado en cuatro ocasiones, además de por la ya mencionada ‘Volver a empezar’, lo estuvo por ‘Sesión continua’ (1984), ‘Asignatura aprobada’ (1987) y ‘El abuelo’ (1998).

DIVULGACIÓN

El director madrileño también ha tenido una notable trayectoria como divulgador cinematográfico a través de programas de televisión como ‘Qué grande es el cine’, ‘Cine en blanco y negro’ y ahora en ‘Classics’, que va por su tercera temporada en Trece.

A su juicio, “se trata de saber comunicar el amor por una pasión”, algo que comparte con sus colaboradores actuales o con otros ya fallecidos, como David Gistau (1970-2020) o Antonio Giménez Rico (1938-2021).

Reconoce que la mayor recompensa que tiene por esta labor es cuando “gente se dirige a mí por diciendo que los programas han sido su inspiración para hacer cortos o dirigir películas”.

Garci afirma que le hubiera gustado rodar un wéstern, un género que cree que en España sería fácil de rodar, ya que “tenemos las maravillosas montañas de los Pirineos o los desiertos de las Bardenas o de Almería”.

En cuanto a si volverá a dirigir una película, desliza que “nunca te retiras, te retiran”, lo que le da pie a apuntar que no sabe qué le gusta más, hacer o hablar de cine, una disyuntiva ante la que recuerda a Billy Wilder, que aseguraba que lo que más le gustaba era hablar de cine.

No obstante, reseña que “nunca se puede decir nunca”, ya que “igual algún día llega alguien y me ofrece un proyecto”. Lo que sí tiene claro es que “ya no estoy para ir de oficina en oficina de producción vendiendo un proyecto”. “Creo que me lo he ganado”, concluye.

(SERVIMEDIA)
28 Ene 2024
MST/gja