El cadáver, que fue encontrado ayer por una empleada de limpieza del Hotel Milán, de Salamanca, presentaba 36 heridas por arma blanca, una de ellas mortal, ya que le seccionó la yugular.

Charlotte C., ciudadana belga que estudiaba filología hispánica en un curso para extranjeros, ocupaba una habitación que fue alquilada el día anterior por un hombre de su misma nacionalidad, y qu posteriormente fue identificado como Frederic P.

La policía madrileña recibió una llamada de la Embajada de Bélgica para informar de que Frederic P. se encontraba en esa delegación diplomática y había confesado ser el autor de la murte de su joven en un hotel de Salamanca.

Una vez confirmados los hechos, un coche radiopatrulla se hizo cargo del presunto homicida y lo trasladó a la Brigada de Policía Judicial. De las diligencias instruidas se deduce que Frederic llegó a Madrid por vía aérea el paado sábado y que esa misma mañana viajó en autobús a Salamanca.

RUPTURA DE RELACIONES

El joven se desplazó a la capital charra para visitar a su novia, porque, de acuerdo con la correspondencia que le enviaba, sospechaba que intentaba romper relaciones con él.

En Salamanca se encontró con Charlotte, que al parecer salía con un joven de la ciudad. Estuvieron comiendo juntos y, ya de noche, la llevó a su habitación. Sin embargo, ningún empleado del hotel les vio entrar juntos.

Frederic reconció que, después de haber mantenido una violenta discusión, mató a su novia con una navaja de pequeño tamaño, que aún conservaba y que entregó a los agentes en el momento de la detención. Antes de cometer el crimen, la ató y violó. El presunto homicida pasará mañana a disposición judicial.